martes, 26 de julio de 2016

¿Infierno eterno y Dios misericordioso? por Edip Yuksel

Traducido del inglés por Martín Guillermo González

"Edip Yuksel es un pensador turco de origen kurdo nacionalizado norteamericano .Pertenece a la corriente islámica coranista. Entre los escritos de este autor esta “Manifesto for Islamic Reform” y una traducción y comentario en inglés del Corán “Quran Reformist Translation”.


El presente texto que hemos traducido del  inglés nos parece de una gran riqueza ya que toca uno de los temas más polémicos que se dan dentro de las religiones abrámicas, a saber, la duración del infierno. Como hemos mencionado el autor es coranista por lo que se atiene solo al Corán para argumentar  y prescinde de otras fuentes canónicas del Islam “ortodoxo” ya sea sunnita o Shiita. Esto lo hace más interesante y original ya que si bien dentro del hadiz y la sunna hay respuestas diversas sobre el tema en cuestión,  poco hay escrito desde una la perspectiva del  Corán analizado a la luz de la razón." 
Martín Guillermo González 

Aunque como monoteísta racional tengo buenas razones  de tipo científico, filosófico y espiritual para creer en el Corán, todavía  tengo que admitir que no he digerido todos sus versículos. Algunos pasajes desafían mis normas culturales o mi línea ideológica y también algunos parecen contradecir a otros versículos claros de la escritura y/o leyes de la naturaleza. Teniendo en cuenta que mi cultura es relativa, por lo general, no tengo problema con los primeros, pero aquellos que crean contradicción entre los signos (ayat) de Dios del Libro o de la naturaleza, actúan como virus que infectan mi fe. Aquellas personas que no tienen ningún conflicto intelectual con ni un versículo del Corán, son, en mi opinión, o gente crédula que adquirieron/heredaron su fe por presión de sus pares, proximidad geográfica,  o alguna otra extraña razón; o están ocultando sus problemas intelectuales a otros e incluso a sí mismos.  Ninguno de esos casos, sin embargo, puede dar un buen ejemplo.
Mi duda no es sobre la veracidad del Corán, sino sobre la veracidad de mi entendimiento de algunos versos del mismo.  Desde que rechacé los preceptos sunnitas que exigen seguir ciegamente la opinión de eruditos y clérigos ortodoxos, y desde que acepté al Corán como la única fuente de mi religión, siempre que encuentro problemas con mi comprensión  de un versículo que esta con conflicto con lo que dice el Corán 4:82, sigo el divino consejo de actuar pacientemente en la búsqueda del conocimiento (20:114), de consultar a los expertos (21:7) sin seguirlos ciegamente (17:36), evitar pensamiento ilusorio y la herejía (53:28), y saber que Dios es el único que en última instancia proveerá de una explicación (75:16-19). A veces, tardo unos meses en llegar a una respuesta coherente, pero otras veces, puedo llegar a tardar años e incluso décadas. Cada una de mis experiencias intelectuales y espirituales dan testimonio de los hechos siguientes:
                “Les hemos traído un libro que hemos detallado con conocimiento para ser una guía y una misericordia para la gente que cree.” (7:52)
“El Misericordioso enseña el Corán.”(55:1-2)
Antes de compartir con ustedes mi observación sobre la duración del infierno, me gustaría compartir varios ejemplos de mi lucha intelectual y sus resultados.( Si no tienes paciencia con esta larga introducción o preparación, por favor, salta al subtitulo ¿Es eterno infierno?)
Por ejemplo, mi análisis sobre 5:38 desarrollado a lo largo de quince años desembocó en tres interpretaciones: (a) cortar o marcar las manos de un ladrón como medio de humillación e identificación pública, (b) amputar físicamente la mano del ladrón, (c)  cortar los medios de robo del ladrón (presumiblemente a través de rehabilitación o prisión). Dependiendo de circunstancias económicas y sociales, la frecuencia de los robos, el riesgo para la sociedad, y el costo económico, social y psicológico del castigo, una sociedad puede seleccionar alguno de los castigos sugeridos. En otras palabras, ahora estoy convencido de que el uso deliberado de una palabra clave semánticamente flexible, QaTTa’A,  es para adaptarse al tiempo, temperamento, cultura y circunstancias de poblaciones diversas. Congelar el mensaje del Corán con el entendimiento y prácticas de la primera generación (incluyendo al Profeta Muhammad y sus compañeros) es despojarlo de su divina naturaleza profética que hace que su mensaje sea universal.
Mi investigación sobre la aparente contradicción entre 2:233 y 46:15 durante varios meses me llevó a una conclusión que nunca deseé alcanzar: tomando la duración normal de embarazo como 266 días (o 38 semanas), el aborto dentro de los 86 días de embarazo no sería considerado asesinato. En el primer trimestre, el feto no era considerado como persona. Hay persona con la aparición de la consciencia (esto es el Nafs, lo que generalmente se traduce de manera errónea como Alma debido a la influencia platónica de los eruditos musulmanes tardíos). La “personalidad” es descripta como una fase de “creación nueva” que sigue las etapas de ser esperma, embrión, un feto en forma de bocado hecho de carne y huesos, y finalmente una nueva criatura (23:14;22:5). Mi problema con la interpretación tradicional de 4:34 y reconciliarla con 30:21 fue resuelto después de un año a través de la investigación y de circunstancias “accidentales”. Aprendí que el hombre no regía sobre la mujer sino que era un proveedor para ellas; que la mujer no es descripta como una devota de su marido sino de su Creador; la cosa no pasaba por la desobediencia al marido sino por la deslealtad al contrato de matrimonio; y que a los maridos no se les aconsejó golpear a sus mujeres sino que se separaran de ellas antes de decidirse por el divorcio. 
De manera similar, mi problema con reconciliar la interpretación tradicional de 4:3 y 4:129 fue resuelta décadas después cuando me enteré de la mala interpretación de una frase en 4:127. Aunque el Corán permite la poligamia (4:3), esta es desalentada y su práctica exige ciertas precondiciones: los hombres pueden casarse con más de una mujer solo si las últimas son viudas con huérfanos, que sean tratadas con justicia y equidad. (Ver 4:19-20,127-129.)
Desafortunadamente, el versículo 4:127 ha sido tradicionalmente malinterpretado y mal traducido de tal forma para afirmar que Dios permite casarse jóvenes huérfanas.
Déjenme darles un ejemplo más. Tuve problemas con la una palabra clave tradicionalmente mal traducida en el versículo 2:106 ya que implicaba una contradicción con el Corán y hacía de algún versículo un sujeto vulnerable a la demanda de abrogación. El término “ayat”, su plural “ayah” es usado en el Corán para significar dos cosas: (a) signos/milagros, y (b) versículos/revelaciones del Corán mismo. Desde que los versículos del Corán son considerados milagros/signos, la forma plural a veces lleva ambos significados simultáneamente. Un versículo del Corán no es considerado un milagro en tanto que algunos versículos cortos (por ejemplo: 55:3; 69:1; 74:4; 75:8; 80:28; 81:26) no son únicos y pueden ser encontrados en una conversación cotidiana de gente arabo parlante. De hecho, el Corán determina la unidad mínima de naturaleza milagrosa como capítulo (10:38), y los capítulos más cortos son de tres versículos (103;108; 110). Por lo tanto solo la forma plural de “ayah”, a saber, “ayat”, puede ser usada como referencia a los versículos/revelación del Corán. Sin embargo, la forma singular, AYAH, en todas sus 84 veces es siempre usada como signo o milagro. Por esta razón, elijo traducir la forma singular “ayah” del versículo 2:106 como “signo”.
¿Es eterno el infierno?
Dios, como demostración de suprema creación, eligió probar los resultados de la cracion de un ser con la habilidad de escoger libremente su propio destino (18:29; 6:110; 13:11). Dios hizo descender su revelación/mandamientos/lógica (ruh) al humano prototípico que le proveería con reglas innatas de razonamiento para distinguir la falsedad de la verdad, el mal del bien (15:29; 32:9; 38:72). Mensajeros y Libros portadores de ruh fueron solamente enviados como un plus de misericordia, meros recordadores de hechos que podrían ser descubiertos por la razón (2:37-38; 10:57; 11:17; 16:89; 21:107; 29:51; 16:2; 36:69; 37:87; 39:21; 42:52; 58:22). Aunque creer que los seres humanos tenemos libre albedrío es una de las paradojas más difíciles de diferir, la acepto por fe (18:29; 57:22). Dios creó la vida y la muerte en este planeta para probar última criatura (67:2). Después de cierta edad, un individuo es considerado responsable por Dios (46:15). Dios decidió castigar a aquellos que libremente eligieron el camino contrario a su programa original como a aquellos que lo corrompieron con falsas ideas y acciones (2:57; 4:107; 6:12,20, 26; 7:9; 53:117; 59:19). Los programas que son infectados con virus experimentarán una fase de pena llamada Infierno (Infierno y Paraíso son alegorías: 13:35; 17:60; 37:62-64; 7:44-50). En esta fase los programas corruptos y su principal transmisor de infección (Satán) serán castigados (7:11-27; 38:71-88), y entonces serán aniquilados todos juntos. El único virus que no será curado en el día del Juicio es aquel que creó una personalidad esquizofrénica, una personalidad que se somete a otros aparte de Dios, una personalidad que no es libre de falsos dioses y que de esta forma se aliena de su origen que es Dios (4:48:116).
La creencia popular de que el infierno arderá eternamente me ofuscó por décadas, pero suprimía mi problema diciendo “Dios es Misericordioso y Justo; Él sabe algo que nosotros no sabemos.” Por supuesto que Dios sabe muchas cosas que nosotros no sabemos. Sin embargo, ¿Qué pasa si estamos protegiendo nuestras supersticiones y falsas creencia con tal escusa? ¿No estaremos dejando de usar el don más grande de Dios, la razón, la cual distingue al creyente del incrédulo y al humano del animal? (2:73,170,171,242,269; 3:118,190; 7:169; 8:22; 10:42,100; 11:51;12:2,111; 13:4,19;16:67; 21:10,67; 23:80; 24:61; 29:63; 30:28; 38:29; 39:9,18,21; 40:54; 59:14). Evidentemente, había un peligro en confundir “razón” con mis deseos personales, ignorancia  y parcialidad cultural. Podía distorsionar el sentido de la Palabra de Dios por apaciguar mis inquietudes o acomodar todo a mi conocimiento limitado. Había una delgada línea ¿Acaso debo usar mi razón para cuestionar una interpretación que heredé de una determinada secta o debo seguir todo sin usar mi mente? Sabiendo que el Corán nos amonesta fuertemente por seguir a la masa, los pasos de nuestros padres o  a los eruditos religiosos ciegamente (6:116; 2:170; 9:31; etc.). Rechacé la fe ciega y elegí una fe basada en el conocimiento y la razón (17:36). Al preferir  una interpretación no ortodoxa, tengo que adoptar dos reglas: debo ser capaz de fundamentarla con la lengua original de la escritura y no debe entrar en contradicción con las leyes y preceptos divinos de la escritura o una contradicción entre la escritura y las leyes divinas en la naturaleza.
Hace seis años leí  una traducción al turco de un folleto, “La Salvación Universal”, escrito por Musa Jarullah Bigiyev (1874-1949). En dicho folleto, Bigiyev afirmaba que de acuerdo al Corán y al Hadith, el Infierno no era eterno. Cuando lo terminé de leer mi entusiasmo y esperanza se apagaron al notar que el autor no analizaba numerosos  versículos  que llevan a cientos de millones de musulmanes a creer que el Infierno es eterno. El autor estaba dando una afirmación radical pero su argumentación no convencía mucho. Iba más a lo sentimental que al análisis intelectual de los versículos pertinentes. Decepcionado, continué con mi creencia en la eternidad del Infierno aunque como un concepto contradictorio que continuamente irritaba mi fe e intelecto merodeando en el fondo. No podía ignorar numerosos versículos/signos Coránicos que amenazaban a los incrédulos  o mushriks con el sufrimiento eterno en el infierno. Sin embargo tampoco podía ignorar el  otro hecho de que el atributo de Dios más repetido in el Corán era la misericordia (RaHYM 114 veces, RaHMaN 57 veces, etc.). Dios decretó a la misericordia como Su atributo (6:12,54) y ésta misericordia fue inmensa (6:147; 40:7). A  menudo  tomaba consuelo en la implicancia de tener en cuenta el dialogo entre Jesús y Dios que tendrá lugar en el día del  juicio:
“’Si los castigas, son tus criaturas. Si los perdonas, tu eres todo poderoso, sabio’.  Dios dirá: ´Este es el día cuando su verdad beneficiará a los sinceros’ Han merecido jardines con largos arroyos. Habitarán allí para siempre. Dios estará complacido de ellos y ellos estarán complacidos de Él. He aquí el logro más grande” (5:118-119)
Su justicia fue frecuentemente recordada (3:182; 4:40; 8:51; 11:101; 16:33,118; 22:10; 41:46; 43:76; 50:29; 99:7-8). ¿¡Cómo puede un Dios justo y misericordioso torturar a sus criaturas en un Infierno eterno por sus crímenes cometidos durante un tiempo muy corto, un período que es casi cero comparado con la eternidad!? ¿Cómo pudieron la justicia y misericordia divinas ser desafiadas por mi justicia y misericordia limitadas? Si tuve una parte de la revelación/conocimiento/ lógica (ruh) en mi programa genético, luego tengo que ser capaz de encontrar  una manera de aceptar, no necesariamente comprender, la misericordia y justicia de Dios sin revelación.
¡Mushriks y Fervientes Incrédulos Están Condenados a Estar en el Infierno Eternamente!
Por favor, nótese que el subtítulo no dice “Mushriks y fervientes incrédulos están condenados a estar en el Inferno eterno” y de acuerdo con el lenguaje usado en el Corán hay una diferencia. Permítanme explicar:
Todas las formas derivadas de la raíz de KHaLaDa (ser eterno, vive por siempre, permanecer para siempre en un lugar o estar por un largo tiempo o para siempre) aparecen 87 veces en el Corán.  Si me cuenta preliminar está bien, en 40 veces aparece descripta la duración de la recompensa en el Paraíso (2:25; 2:82; 3:15; 3:107; 3:136; 3:198; 4:13; 4:57; 4:122; 5:85; 5:119; 8:42; 9:22; 9:82; 9:89; 9:100; 10:26; 11:23; 11:108; 14:23; 18:108; 20:86; 21:102; 23:11; 25:15; 25:16; 25:76; 29:58; 31:9; 39:73; 43:71; 46:14; 48:5; 50:34; 57:12; 58:22; 64:9; 65:11; 98:8; 50:34), 40 veces se describe la duración del castigo en el fuego del Infierno (2:39; 2:81; 2:162; 2:217; 2:257; 2:285; 3:88; 3:116; 4:14; 4:93; 4:169; 5:80; 6:128; 7:36; 9:17; 9:63; 9:68; 10:26; 10:27; 10:52; 11:107; 13:5; 16:29; 20:101; 21:99; 25:29; 25:69; 32:14; 33:65; 33:103; 39:72; 40:76; 41:28; 43:74; 47:15; 59:17; 64:10; 72:23; 85:17; 98:6).
La palabra KHaLaDa también tiene el sentido de larga duración. Por ejemplo el clásico diccionario árabe Lisanul Arab incluye la forma plural KHawaLiD para referirse a montañas y rocas o sea dos cosas de larga duración. El Corán, por lo menos  una vez, usa el pasado de esta palabra para describir un acto duradero de la vida (7:176). El versículo nos describe a  un incrédulo fanático y nos dice que él “Akhlada ilal ardi.” es decir, aferrado a lo terrenal, aferrado a pequeñas ideas! En este artículo no tocaré el tema de si el significado de la palabra KHaLaDa y sus derivados denota solo la idea muy larga duración o un periodo particular de vida. Aunque puede haber alguna evidencia de eso y la falta de uso de esa palabra para Dios puede ser considerando como evidencia, de momento no estoy convencido.
En cuando al adverbio ABaDa (eternamente, siempre, para siempre), aparece 28 veces en el Corán, de las cuales en nueve es para mencionar la duración del paraíso (4:57; 4:122; 5:119; 9:22; 9:100; 18:3; 64:9; 65:11; 98:8) y entres versículos dicha palabra es usada para referirse a la duración del infierno (4:169; 33:65; 82:23). Los versículos 5:37; 22:22; 32:20 dicen que los incrédulos querrán salir del Infierno pero no podrán hacerlo. La negación del castigo eterno afirmada por algunos es rechazada (3:24).
ABaDa es usada en 9:84; 9:108; 24:4; 33:53; 59:11; 62:7 para hablar de eternidad contingente con la vida del sujeto:
“No (La… ABaDa) orarás por ninguno de ellos cuando el muera…” (9:84) “No rezarás (La… ABaDa) en tal masjid…”(9:108) “…y no (La… ABaDa) aceptarás el testimonio de ellos…” (24:4) “…No (La… ABaDa) te casaras con sus esposas después de él.” (33:53) “Nunca (La… ABaDa) obedeceremos a quien esté en tu contra…”(59:11) “… no desearán jamás (La… ABaDa) por lo que…” (62:7)
En todas estas afirmaciones negativas  se usa ABaDa para expresar una prohibición que dura para siempre. Específicamente, en tanto que existan las condiciones. Por ejemplo, cuando a la persona que se le prohibió a oración funeral  murió, la prohibición cesó naturalmente. Un muerto no puede ir a rezar a la tumba de otro por lo tanto esa prohibición prácticamente no dura para siempre.  Similarmente, cuando todas las esposas del Profeta murieron, la prohibición de casarse con ellas dejó de existir. De aquí se sigue que la eternidad de un prohibición fue, de hecho, limitada por la condición o duración de vida del sujeto. En otras palabras, los ejemplos mencionados muestran que la palabra ABaDa indica eternidad de un período particular.
EL Castigo eterno en el Infierno no necesariamente significa que el Infierno y sus habitantes sean eternos
 Recordemos a Jonás. Cuando escapó de su deber fue tragado por la ballena.
“Pero si no hubiera sido de los que glorifican se habría quedado en su vientre hasta el día de la resurrección.” (37:143-144)
Es un hecho que ni Jonás ni la ballena son inmortales con la posibilidad de vivir hasta vida de la resurrección. Dios lo sabe. La expresión coránica solo nos informa que Jonás podría haber muerto o terminado en el vientre de la ballena. Sin embargo ambos perecerían en un corto tiempo, la ballena seria el destino final de Jonás hasta el día de la resurrección.  Jonás no intentó ser resucitado (junto con la ballena), con la  misma lógica, el versículo diría: “el habría permanecido en su vientre eternamente.”
De manera similar, los versículos  que nos dicen que los incrédulos o adoradores de ídolos están en el Infierno eternamente, no implica necesariamente que el Infierno sea eterno a menos que seamos informados de que el Infierno en sí mismo sea eterno.  Simplemente significa que los incrédulos y adoradores de ídolos terminarían en el Inferno y nada más. Si el infierno, con sus habitantes, un día  dejáran de existir, implicaría que los incrédulos y los adoradores de ídolos estuvieron eternamente en el Infierno. Su castigo sería una vida entera en el Infierno.
De hecho, el Corán nos informa que tanto el castigo eterno en el Infierno como la recompensa del Paraíso están condicionados a su periodo de vida:
“Eternamente están (en el infierno), tanto como duran los cielos y la tierra, de acuerdo con la voluntad de tu Señor.  Tu Señor hace lo que quiere. En cuando a los afortunados, estarán en el paraíso. Eternamente habitarán allí tanto como duren los cielos y la tierra de acuerdo a la voluntad de tu Señor, una promesa de eterna recompensa.” (11:107)
El Corán nos informa que los Cielos y la Tierra serán cambiados por otros Cielos y Tierra (14:48). Si dicha  re-creación es antes del Día del Juicio, hay una posibilidad de una nueva re-creación. Hay indicios de que el Paraíso será preservado o creado de nuevo. Por ejemplo, la palabra KHuLD (eterno, imperecedero), no es usada para el Infierno, sino que es usada como una adjetivo para describir el Paraíso (25:15). Por otro lado el mismo adjetivo no es usado para describir el Infierno sino para describir el castigo EN EL INFIERNO (10:52; 41:28).
El Infierno y sus habitantes serán aniquilados
Nuestro lenguaje contiene sinónimos, antónimos, complementos, equivalencias, etc. El Corán, frecuentemente, usa pares de palabras/conceptos para contrastar, comparar o complementarse mutuamente. Generalmente, la frecuencia de palabras semánticamente relacionadas también demuestra armonía matemática, cosa extensivamente demostrada en mis libros. Por  ejemplo, Akhirah (Más Allá) y Dunya (Este Mundo),  Malak (Ángel) y Shaytaan (Satanás), Rahman (Misericordia) y Huda (Guía), Qul (Di) y Qulu (Dicen), Khalq (creación) y Helaak (Destrucción), Hayat (Vida) y Mawt (destrucción), están semánticamente y matemáticamente relacionadas.
Reflexionemos sobre los versículos 40:11 y 67:2. El primero habla de dos creaciones y dos muertes y el segundo de la creación de la vida y la vida. Estos dos versículos pueden ser entendidos mejor si entendemos que en el lenguaje coránico la Muerte no puede existir sin la Vida y viceversa. Existen juntas ya que la Muerte es el cese permanente de la actividad consciente del cerebro (39:42; 16:21) aunque temporal seguido de la resurrección  (29:57; 10:56; 22:6). La Muerte es un proceso que lleva a la Vida. Una criatura viviente morirá y una criatura muerta tendrá una nueva vida (22:66).
 La vegetación experimenta sucesivas vidas y muertes a través de las estaciones (2:64; 3:27; 6:95; 16:65; 22:5-6; 30:19-50; 35:9). Con la primera creación no hubo ni vida ni muerte; tan solo existíamos. Pero Dios decidió crear la Muerte y la Vida (67:2). Creación, muerte, vida (actual), muerte vida (resurrección). En otras palabras, dos muertes y dos vidas (40:11). La palabra HaLaKa, por otro lado, es ocasionalmente usada para describir la muerte de un individuo  (40:34), pero usualmente significa la destrucción y aniquilación irreversible o la total extinción existencial de una entidad (5:17; 6:6; 6:47; 8:42; 20:128; 21:95; 22:45; 28:59; 36:31; 69:5; 77:16).
“… aquellos destinados a ser muertos/aniquilados fueron muertos/aniquilados por una obvia razón y aquellos destinados a ser salvados/revividos fueron salvados/revividos por una obvia razón” (o claro argumento) (8:42)
El versículo citado, no solo se refiere a la pérdida de vidas y supervivencia en una determinada  batalla sino, también a un evento cósmico más alto: los incrédulos perecerán para siempre por haber confiado en la falsedad mientras que los creyentes durarán para siempre ya que confiaron en un argumento claro. No es casualidad que vida y muerte sean usadas como metáforas de sostener la verdad o la falsedad (6:122). De hecho, atestiguar y reconocer la verdad conduce a la vida tanto en sentido metafórico como literal:
“Oh Aquellos que creen: responded a Dios y a su mensajero cuando los llama a aquello que os da la vida. Debes saber que Dios se sitúa entre el hombre y su corazón y que seréis congregados a él.” (8:24)
Sobre la base del versículo citado, es justo inferir que aquellos que rechazan el mensaje divino perderán la vida eterna ¿Acaso morirán en el Infierno? La respuesta es No:
“Aquel que sea culpable ante  Su Señor , merecerá el Infierno donde nunca morirá ni estará vivo.” (20:74)
Por lo tanto, la alternativa es obvia: total aniquilación, extinción ontológica junto con el infierno. Aquellos programas con libre albedrio que eligieron corromperse con los peores “virus” diabólicos (como asociarle compañeros a Dios o matar a un programa inocente.) serán sentenciados a un eterno castigo: después de la resurrección experimentarán un periodo de diagnóstico , justicia, lamentación y luego con la creación del  nuevo Cielo y Tierra serán arrojados a la no-existencia junto con el Infierno. Talvez, también sean borrados sus recuerdos de la mente de sus familiares y conocidos que eligieron la vida eterna mediante la dedicación de su religión solamente a Dios y a un vida recta con la mente en el Día del Juico.
Es interesante notar que la única excepción al  no olvido de Dios está en conexión con la gente que mereció el infierno:
“Gustad  las consecuencias de haber ignorado/olvidado este día por eso nosotros; por eso Nosotros te hemos ignorado/olvidado. Gustad la eterna retribución en castigo por lo que solías hacer.” (32:14)
DIOS ES JUSTO Y MISERICORDIOSO
El Corán repetidamente nos conforta recordándonos la justicia perfecta de Dios. El versículo siguiente nos da una idea precisa sobre la justicia y misericordia de Dios:
“Para aquellos que hayan hecho el bien habrá lo mejor y más... en cuanto a aquellos que hicieron el mal revivirán  un mal equivalente” (10:27)
El sufrimiento en un Infierno eterno  crea una  contradicción con esta divina justicia ya que la eternidad no puede ser igual a un mal cometido en un lapso de vida limitado de un humano. Sin embargo, un castigo eterno en un infierno no eterno no entra en tal contradicción. Después de recibir un castigo equivalente, el principal hacedor del mal junto con aquellos aludidos en el versículo 4:48, serán eliminados de la existencia. Terminarán en el Infierno, y el Infierno terminará en el olvido, eternamente.
No por casualidad que el versículo más repetido del Corán nos recuerda una y otra vez que Dios es Clementísimo, Misericordiosísimo (1:1).

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